Parece presuroso hablar de las consecuencias de la
pandemia cuando aún estamos en la crisis, pero los
últimos 72 días ya dejaron huellas imborrables en las
escuelas católicas y es preciso analizarlos.
Por esto CONACED Nacional y Fundación SIGE
decidimos investigar sus efectos iniciales (marzo-mayo) a
nivel educativo, comunitario y administrativo. También
buscar alternativas para gestionar los riesgos en el corto
y el medio plazo.
Debemos sentirnos orgullosos porque el aprendizaje no
se detuvo. Pero también tenemos que aceptar que la
anormalidad es la nueva normalidad y que es necesario
prepararnos en cómo será la educación que viene.
Ingresa al documento oficial en el siguiente vínculo: