En estos tiempos tan complejos, donde la guerra hace presencia en diferentes partes, condenando a los más vulnerables a morir a causa de las balas, de los bombardeos, del hambre; necesitamos recordar que el amor de Dios está presente, que hoy más que nunca necesitamos ser testimonio de su presencia, ser la luz que ilumine tanta oscuridad y que cure tantas heridas dejadas por la guerra.